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| Vista exterior del cañón |
Descripción de la ruta
Fecha de realización: 23 de junio de 2012.
Longitud: Unos 1,6 km en cuanto al cañón se refiere.
Tiempo empleado: El tiempo necesario es muy variable, dependiendo del número de personas, ya que si este es elevado se tarda bastante en cada uno de los rápeles. Nosotros fuimos 18 personas y en cada rápel se tardaba bastante. En la aproximación al inicio del cañón suele tardarse 1 hora, en el cañón empleamos nosotros unas 6,5 horas (este tiempo puede ser bastante menor si van pocas personas) y en la salida unos 45 minutos.
Dificultad: Media-Alta.
Desnivel: 80 m.
La ruta la hicimos con la colaboración, asesoramiento y asistencia técnica de la empresa Horizon Aventura, la misma con la que realizamos la Garganta Verde
Hay que continuar con alguno de los coches para dejarlos en El Colmenar, salida del cañón, para poder volver una vez finalizado este.
Desde el inicio parte un camino ancho que nos conduce hacia el Puerto del Oso.
Pasamos por un cortijo de cabras (hay que dar un donativo al cabrero por utilizar su finca) para posteriormente, transformado ya en vereda, iniciar un rápido descenso que nos lleva al Puente de los Alemanes para después bajar hacia las vías del tren y conectar rápidamente con el inicio del barranco.
El cañón se divide en tres partes bien diferenciadas. La inicial es muy acuosa con varios rápeles y saltos y deberemos nadar en tramos más o menos largos. A continuación viene una parte más seca con grandes bloques de piedras que hay que ir sorteando. La parte final, ya más abierta, es una gran piscina de unos 200 m de largo que finaliza en una pequeña playa de arena. Desde esta playa parte una senda que permite llegar a El Colmenar.
El cañón es una impresionante catedral de piedra caliza modelada por la acción del agua y la erosión.
En el cruce del Colmenar, situado en la carretera A-373 de Ubrique a Cortes de la Frontera, entre el km. 51 y 52.
Cargados con neoprenos y todo el material necesario iniciamos la aproximación por amplio camino.
Que tras pasar por un cortijo de cabras se convierte ya en vereda.
Aumentando la pendiente.
Hasta llegar a un mirador desde donde se divisa el cañón ya próximo.
La vereda continua descendiendo acusadamente.
Con la presencia del buitre leonado que anida en estos parajes.
Para llegar al Puente de los Alemanes.
Con vistas impresionantes sobre el cañón situado abajo.
Continuamos la marcha descendente hacia las vías del tren.
Y tras recorrer un corto trayecto sobre ellas llegamos al inicio del barranco.
Y nos disponemos a la ardua tarea de colocarnos los neoprenos, los cascos y los arneses.
Y a sentir esa sensación de "opresión morcillera".
Y directos para el agua que se está mejor.
Y tras la foto de conjunto de rigor.
Directos a la cola para el primer rápel.
Y a desplazarnos por la zona de agua.
Con más rápeles.
Admirando la belleza de la caliza erosionada por las aguas del Guadiaro.
Que parece que alegra el espíritu a tenor de las emociones visibles en la gente.
El cañón se interna ahora en una zona seca y de grandes bloques que hay que ir sorteando de la mejor manera posible.
Para, ya al final, el cañón comienza a abrirse, apareciendo de nuevo el agua.
Para finalizar en una grna piscina de unos 200 m que hay que atravesar nadando.
Que da acceso a una pequeña playa donde finaliza el cañón y que aprovechamos para quitarnos los neoprenos.
Y, para finalizar, nuestras monitoras de Horizon Aventura (Tere, Ainhoa y Ari), magníficas profesionales y con un talante encantador.
¡ Muchísimas gracias a ellas por haber permitido a este grupo de gente "ya mayorcita", aunque de espíritu joven, disfrutar de las maravillas de esta auténtica catedral de piedra que es el Cañón de las Buitreras !





































































